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Guatemala es un país cada vez más pobre


En 1996, año de la firma de los acuerdos de paz, el país debía Q17 mil 562 millones; casi tres lustros más tarde, la deuda asciende a Q71 mil 765 millones, entre interna y externa, lo que implica un aumento de 308 por ciento.

El día de ayer se publicó una nota sobre el endeudamiento de Guatemala durante los últimos 15 años (Endeudamiento pone en riesgo el futuro del país.  Prensa Libre). El artículo menciona los potenciales riesgos a mediano y largo plazo que se presentarán en la economía si acaso el país continuaba endeudándose a ese ritmo. Sin embargo, el articulo y los entrevistados obviaron explicar la naturaleza de la deuda pública de un gobierno y sus efectos negativos para los ciudadanos.

El gobierno es una institución surgida para proveer a los ciudadanos de certeza jurídica y seguridad. Estas atribuciones, que los defensores de un gobierno mínimo y limitado consideran necesarias, han aumentado para abarcar otras áreas que sus supuestos beneficiarios han nombrado de “interés público”, “de bien común” y/o de “necesidad pública”. Esto, ha permitido que el gobierno limitado y mínimo creciera hasta convertirse en una organización que emplea a cientos de miles de guatemaltecos y que utiliza más de 47 mil millones de quetzales (aprox. 5,6 billones de dólares) anualmente para funcionar. Más preocupante aún, es que en el último año el Gobierno utilizó Q31 mil 160 millones para funcionamiento del Estado y Q12 mil 548.3 millones en capital (inversión).

Este dinero, que debería ser obtenido a través del pago de impuestos de los ciudadanos de Guatemala es sin embargo insuficiente. Así, el gobierno de Guatemala durante muchos años ha debido incurrir en la creación de dinero (a través del Banco de Guatemala) para pagar con deuda pública el déficit del presupuesto de la Nación.

Ludwig von Mises, uno de los economistas más importantes del siglo XX definió la deuda pública como un mecanismo artificial para crear una fuente inagotable de riqueza utópico y nocivo. Según Mises explica,

Dentro de la sociedad de mercado sólo se puede adquirir y conservar la riqueza sirviendo acertadamente a los consumidores. El estado puedo imponer cargas tributarias a sus súbditos, así como tomar a préstamo el dinero de éstos. Ahora bien, ni el más despiadado gobernante logra violentar a la larga las leyes que rigen la vida y la acción humana. (…) Si el estado invierte desacertadamente los fondos y esa diferencia (atender las necesidades de los consumidores) no se produce, o bien se emplea el dinero en gastos corrientes, el capital disminuirá e incluso desaparecerá totalmente, cegándose aquella única fuente que había de producir las cantidades necesarias para el pago de principal e intereses.

Anualmente, el gobierno malgasta el dinero de los guatemaltecos y lo despilfarra en la supuesta redistribución de la riqueza para el beneficio de los más pobres. Así, los ciudadanos son una vez más manipulados, engañados y obligados al pago de tributos con el único fin de sostener una institución irresponsable e ineficiente que no justifica el endeudamiento forzoso que nos hace cada día más pobres.

La única solución al actual déficit del Presupuesto de la Nación es la reducción del mismo. En el largo plazo, el pago que el gobierno haga de la deuda pública servirá solamente para abonar intereses por un capital que se ha consumido y ya no existe. El que exista una deuda pública del gobierno es sólo el reflejo de torpes actuaciones del pasado que no deben continuar ocurriendo.

Políticas mercantilistas y el tipo de cambio del Quetzal


Si la actividad inflacionaria no hubiera incrementado los ingresos nominales de los consumidores nacionales, la gente, al elevarse el coste de las divisas, se habría visto obligada a restringir su consumo de productos nacionales o extranjeros.  En el primer caso, las exportaciones se habrían ampliado, mientras que en el segundo se habrían restringido las importaciones.  Y así, la balanza comercial pronto habría de mostrar un saldo de esos que los mercantilistas califican de favorables

No debe atribuirse a una supuesta escasez de dinero el que una persona carezca de numerario bastante para comprar pan a su vecino el panadero.  Lo mismo sucede en el comercio internacional.  Un país puede hallarse en la desagradable posición de no poder vender al extranjero todas aquellas mercancías que necesitaría exportar para adquirir los alimentos que sus ciudadanos desean.  Pero ello no significa que escaseen las divisas extranjeras, sino que los residentes son pobres.  Y, por supuesto, la inflación interna no es un medio idóneo para remediar la pobreza.Mises, Ludwig von (2001).  La Acción Humana. Tratado de Economía. (Guatemala). 6a. Edición. p. 521

Estas citas de la Acción Humana discuten los efectos negativos que crea una Junta Monetaria que manipula los medios fiduciarios mediante la emisión y cración de inflación.  Ese caso es el observado en Guatemala desde hace bastantes años con el uso de una perniciosa -bomba- política económica que permitió el endeudamiento lento, el surgimiento de una Junta Monetaria especuladora y mercantilista, el alza de los costes de vida a niveles insospechables (Guatemala es uno de los países con el coste de vida más caro y uno de los más pobres de América Latina), la lenta y constante pérdida del poder adquisitivo del quetzal.

Síntesis

El quetzal se ha depreciado

En el contexto de una crisis económica, la moneda nacional ha sido afectada.

• Al comparar el 24 de octubre del 2008 con el mismo día del 2009, el tipo de cambio ha subido 11.33 por ciento, al pasar de Q7.50115 por US$1 a Q8.35165.

• El quetzal perdió fortaleza durante este año (7.46 por ciento) frente al dólar de EE. UU., lo cual lo convierte en la segunda moneda que más se ha depreciado en Latinoamérica. Nuestra moneda solo es superada por el peso argentino, con 10.52 por ciento.

• Analistas sugieren responsabilidad en el déficit fiscal para fortalecer la economía.

Fuente: Prensa Libre

Y es que, nos encontramos a las puertas de una depreciación lenta y controlada del poder adquisitivo de todos los guatemaltecos.  Porque la devaluación del quetzal no sólo afecta a los grandes importadores e inversionistas.  La depreciación lenta y constante del quetzal ha creado mecanismos bancarios que empobrecen a los guatemaltecos.

Hugo Maúl, investigador del CIEN, discute el tema en el artículo «el alza del dólar es una luz roja de alerta«; sin embargo, su conclusión parece indicar que es el dólar el causante de la depreciación del quetzal y eso no es cierto.  Los motivos causantes de la depreciación del quetzal son absolutamente responsabilidad de políticas de gobierno y decisiones de política monetaria realizadas por guatemaltecos.

Así, las acciones necesarias para afrontar la devaluación del Quetzal son estructurales ie. a) Responsabilizar a la Junta Monetaria de las políticas de control y desestímulo económico que han fomentado en aras de perpetuar su influencia mercantilista, b) Reconocer el valor efectivo real del quetzal y permitir que el mercado se regule sin la intervención de políticas monetarias. c) Eliminar el impuesto sobre la renta como un mecanismo que permita el ahorro a los guatemaltecos. d) Eliminar barreras arancelarias que desestimulan el ingreso de importaciones al país y permiten la creación de acciones mercantilistas. e) Detener el endeudamineto externo, privado y público, y exigir que cualquier compromiso de endeudamiento futuro no sea empleado para el pago de deudas contraidas por el gobierno. f) Bloquear el acceso al presupuesto del Gobierno de Guatemala de proyectos que se fundamentan en  postura socialista de redistribución de la riqueza mediante programas de -supuesta- ayuda social.

Porque sólo tomando estas y más acciones de reforma estructural podremos evitar la depreciación y empobrecimiento de los guatemaltecos.  Esta es la única manera en que se modificarán las expectativas del valor del quetzal a futuro y el tipo de cambio empezará a reflejarlo.